En el interior de la Galería Borghese está permitido fotografiar sin flash, lo que permite a los visitantes capturar sus experiencias sin dañar las obras de arte.
A su llegada, los visitantes deben dejar los objetos de mayor tamaño, como mochilas y paraguas, en el guardarropa. Para garantizar la seguridad y la conservación de las obras de arte, se permite entrar con pequeñas riñoneras y bolsos que no superen los 21 x 15 cm.
Para proteger las obras de arte y mantener los pasillos despejados, los cochecitos deben dejarse en las zonas designadas a tal efecto en la entrada de la galería.
El consumo de alimentos o bebidas, incluido cualquier tipo de líquido, está estrictamente prohibido dentro de la Galería Borghese para proteger las obras de arte de posibles daños. Aunque la galería no alberga restaurantes, los visitantes pueden encontrar varias opciones para comer en los alrededores, incluidos los que se encuentran cerca de la Plaza de España y la Fontana de Trevi.
La Galería Borghese se toma muy en serio la seguridad, por lo que es posible que los visitantes tengan que pasar un control rutinario al entrar.
Aunque la Galería Borghese es la principal atracción, el jardín que rodea Villa Borghese también está sujeto a normas para mantener la zona impoluta para todos los visitantes. En las zonas ajardinadas que rodean el museo se puede disfrutar de aperitivos y agua.
